Antes que nada, decir que estoy encantadísima de escribir en tu blog, y te doy las gracias por elegir mi texto, para opinar sobre algo que a todos nos ha ocurrido. Sin más dilación vamos a ello:
¿Quién no ha utilizado internet para interrelacionarse con otras personas? Si esta pregunta la hiciésemos en cualquier reunión, muchos levantarían la mano. Es habitual, debido al ritmo ajetreado que llevamos, relacionarse por este medio. Las redes sociales, diferentes webs de contactos, whatsapp…
En una primera lectura lo que hay que tener claro es qué se quiere, o lo que es peor, saber qué es lo que quiere la otra persona.
Existen dos grupos:
1- Los interesados en conocer a alguien para que forme parte de su vida.
2- Los que buscan a alguien por distracción.
1- Los interesados en conocer a alguien para que forme parte de su vida.
2- Los que buscan a alguien por distracción.

Los de la opción 1 se caracterizan porque rápidamente quieren conocer al que está en el otro lado del teclado. Y a partir de ese encuentro físico, surgirá el resto; o se frena en seco. En este caso, amigo mío, al final le han gustado más las palabras escritas, que otra cosa…
También a veces, puede desencadenarse algún tipo de relación, sea solo sexual o sentimental, eso ya queda al gusto del consumidor. Lo malo que siempre puede suceder, es que casi nunca tienen el mismo gusto los dos consumidores. Está clarísimo que ha sido por falta de sinceridad en los miles de mensajes que han compartido todos los días anteriores.
Ante todo, un consejo realmente importante es: ¡no precipitarse! Ni hacerse demasiadas ilusiones, sobre todo si estamos comenzando en este mundo de las ciberrelaciones. No confundamos sentimientos porque entonces estamos perdidos y en nada de tiempo “pillados“, y si eso sucede no hay más culpable que uno mismo, no vale echarle las culpas a nadie.
Acerca de los bichillos esos ¡¡¡son incontrolables!!!, en todos y cada uno de los casos pueden aparecer, ¡cuidado aquí! Son muy peligrosos pero no contagiosos. Lamentablemente, hay que tener claro que se reproducen muchísimo más a través de estos medios de comunicación. El “whatsapp” se lleva la palma, por eso de llevar el móvil encima todo el día. Dos o tres mensajes, y ¡zas!, quedas enganchado.

Lo que sienta la persona que está al otro lado ¡no importa! Y de verse no hablemos, esto no sucederá, ¡jamás! ¡No interesa y escusas mil para que jamás se produzca el encuentro!
queridos internautas: descubrir en qué grupo está la otra persona, es una tarea esencial, aunque ardua y digna de un detective perspicaz.
queridos internautas: descubrir en qué grupo está la otra persona, es una tarea esencial, aunque ardua y digna de un detective perspicaz.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
No lo pienses y deja tu comentario...
¡Gracias!